Tu cuerpo quiere decirte algo
- psicologagreciamor
- 9 nov 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 15 dic 2022
De forma breve, un síntoma psíquico o emocional se refiere a la forma en la que la vida emocional y/o mundo interno se comunica, al ser consciente de que algo necesita salir y no está encontrado una salida sin sufrimiento para resolver la demanda o necesidad interna que promete bienestar para la persona, por lo tanto, el síntoma representa la falla dolorosa de la recepción del mensaje.

Como antes lo mencioné, el síntoma emocional necesita considerarse como una forma importante de comunicación de nuestras necesidades internas y emocionales, que en la mayoría de las ocasiones son inconscientes, y que justo se convierten en síntomas porque dejamos de escucharlas o porque se vuelve “fácil” ignorarlas y creer que el malestar pasará, que seguro es el estrés y que necesitamos “relajarnos” como si eso fuera la solución a todo.
Para que el síntoma exista necesita de un cuerpo físico que lo sostenga, lo transporte y se someta a la comunicación que éste exige hacer. A través de él podemos comenzar a indagar en esas dolencias que nos han acompañado a lo largo de la nuestra vida y que probablemente hemos normalizado con un “así soy” o “así me pasa”. Identificar los malestares es el primer paso pero no lo es todo, se necesita más allá de darnos cuenta.

Seguramente te has topado con textos que comparten el significado generalizado de lo que implica una dolencia de espalda, cabeza, piernas, manos o cualquier otra parte del cuerpo, sin embargo, dar un significado es también interpretar y hacerlo es un arte. Interpretar el síntoma es algo muy singular e íntimo, tiene que ver con nuestra historia, el contexto en donde crecimos, el cómo fuimos criados y sostenidos a nivel emocional en este mundo. Realizar una interpretación de un síntoma o malestar emocional requiere compromiso y un amplio diálogo que llene ese hueco de dolor de palabras con calmantes y adecuadas para ti, sólo para ti, que pueden rellenarlo de forma liberadora.
Te invito a que generes un diálogo contigo misma, que puedas explorar lo que tu cuerpo físico, tus pensamientos y acciones te quieren decir, de cómo tú te explicas lo que te está pasando, de dónde viene, por qué y para qué se presenta de esa manera y en ese momento, qué beneficios y desventajas te ofrece ese padecimiento. Lo poderoso de este ejercicio es iniciar a descubrir las decisiones y acciones necesarias a tomar para resolver ese conflicto atrapado.
Comenzar a responder a esto que te propongo será un gran paso para replantearnos la funcionalidad (porque si la tiene) de los síntomas en tu vida. Si consideras que necesitas más acompañamiento, no dudes en considerar a la psicoterapia como un recurso importante para lograr comprender tu mundo interno.
Con cariño,
Grecia.
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