top of page

Reconciliación

¿Has intentado alguna vez en tu vida reconciliarte? ¿Qué es para ti? ¿Cómo crees que se logra? ¿Cómo se ve? Todas esas preguntas y otras más rondan por mi cabeza cuando escucho decir casi como ley: “debo de perdonar”, “tengo que reconciliarme para poder avanzar”, “debo de decirle en persona todo lo que siento y pienso para poder perdonar”. Todas estas ideas se repiten como si hubiera una sola manera de lograr ese re-encuentro amoroso, como si la reconciliación solamente tuviera una cara cuando en realidad tiene muchas. La presión es mucha y viene de todas partes cuando se trata de estar “bien”.



Se acerca la época en donde el amor y la paz son el tema central, y el perdón también se convierte en unos de los principales protagonistas del festejo, con todo ello es inevitable que la contraparte de esto aparezca. Me refiero a todas aquellas partes de nuestro ser que se ven imposibilitadas de hacer tremendo trabajo de acercamiento y conexión con los seres (no tan queridos) con los cuales se han tenido roces tanto externos como internos.


Te quiero compartir primero que el tema de la reconciliación no solamente se trata de hacer las paces con personas, sino también con ciertos temas tabú, con la vida laboral, con tareas que sueles procrastinar y con todo aquello que te genera incomodidad y te detiene.



¿Cómo te cae la idea de poder hacer paz y reconciliarte desde ti, desde lo individual, sin tener que entrar en contacto con el otro? Te comparto que sí se puede, aunque implica trabajo, compromiso, honestidad y sobretodo requiere voluntad de querer hacerlo o por lo menos, querer intentarlo a tu ritmo. Proponer esto, es una invitación a replantear lo sucedido entre el hecho-persona y tú, describir a detalle lo que en ti ocurre cuando recuerdas que el conflicto, cuestionar de dónde viene, desde cuándo y comenzar a crear hipótesis de porqué crees que sea así.


Para reconciliarte no hay un tiempo estipulado, para sanar no hay una forma o indicadores para saber que lo has “superado”, esto simplemente se siente y nace después de haber hecho un trabajo de introspección y de haberte puesto las cosas más claras ante ti misma. Solamente tú podrás notar ese cambio o transformación en tu persona, que sin duda, se verá reflejada en el exterior de muchas formas.



Te regalo ejemplos de cómo se puede ver una reconciliación desde lo individual:


  • Puedes convivir con esa persona en una reunión sintiéndome tranquila sin necesidad de hablarle directamente o acercarte físicamente.

  • Tienes la capacidad de establecer límites claros que te permitan otro tipo de relación procurando tu tranquilidad.

  • Existe la posibilidad de acercarte a tratar el tema directamente con la persona involucrada.

  • Puedes no sentir la necesidad de querer tener un diálogo pero tampoco de una confrontación agresiva.

  • Puedes sentir indiferencia ante el tema.

  • Eres capaz de dar tiempo y espacio a la otra persona para que lleve su proceso.


La reconciliación es un tema tan íntimo que debe ser respetado y tu proceso no tiene que ser igual al de otra persona.




Con cariño,

Grecia.


Comments


bottom of page