top of page

No lo vi venir: La inesperada separación

¿Se podrá tener certeza de que no nos dimos cuenta de los problemas que existían en la relación de pareja? Sinceramente no puedo asegurar que sea verdad o mentira esa frase de “no lo vi venir” porque asumo que existe esta parte inconsciente en nuestra persona que se encarga de defendernos de todo exceso de angustia que amenaza nuestra integridad física y emocional, por lo que me llevaría a pensar que sí, que de alguna manera pudimos sospechar de forma inconsciente que algo no andaba bien pero que por alguna razón (inconsciente) no hicimos caso (nos defendimos) a la futura catástrofe.



Ojo, no quiero con esto invalidar nada de lo que sientes o piensas, tampoco quiero decir que ese argumento es mentira, porque sé que de forma consciente no podemos predecir el futuro y que muchas cosas no están en nuestro control, por ejemplo, las intenciones, pensamientos, deseos e ideas de nuestra pareja, lo que intento es poner sobre la mesa todo eso inconsciente que se gesta en un vínculo tan íntimo y profundo como lo es el de la pareja.


El no darnos cuenta de las posibles señales puede ser justo parte del problema por el cual se desata la ruptura; la desconexión, el aislamiento y distanciamiento se van formando y minando sin escándalo, como esa humedad incómoda que se forma poco a poco en las esquinas más escondidas de una casa, esperando a ser encontrada.



La sensación de sorpresa invade generando cierta paralización y temor de retomar el “control” de la propia vida, ya que la pérdida es repentina y nunca se pensó en la posibilidad de una vida en soltería o en separación. Parece que al momento de entrar al vínculo de pareja se hace un pacto de no poder pensarse o imaginarse a uno mismo teniendo planes en lo individual, parece que se nos condiciona a pensarnos únicamente en pareja y ante la separación abrupta, pensarse en lo singular parece imposible de hacer.


Aceptar la sensación de pérdida y de desesperanza es necesario para comenzar un proceso de duelo, para iniciar a aprender a construir ese espacio individual. Recuerda que no tienes que hacerlo en soledad, aunque es un proceso muy personal, la compañía siempre será una buena opción para tu recorrido.




Con cariño,

Grecia.



Comments


bottom of page