La Cura
- psicologagreciamor
- 27 abr 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 8 nov 2021
Te apuesto que muchas veces has escuchado la palabras “sanar” y “heridas emocionales” en la misma oración con la intención de presentarte uno de los tantos modelos acerca de: la cura.
Es verdad que todas las personas que cargan consigo dolor y sufrimiento, van buscando esta anhelada cura de forma desesperada y en muchas de las ocasiones, la fantasía de que sea rápida es muy fuerte. Y así es cuando es muy posible caer en manos de personas y/o métodos que prometen una “cura emocional” rápida, sencilla y fácil, y en un momentos de tanta vulnerabilidad, es muy común caer en esas trampas.

El camino y recorrido de otra personas es distinto al de nosotros, es más, ninguno de nuestros propios caminos y recorridos son iguales entre sí.
Sinceramente quiero compartirte que “encontrar” la cura, es más bien construir y recorrer todo un camino largo o corto, liso o lleno de piedras, recto o con muchas curvas, plano, de bajada o de muchas pero muchas subidas. El camino y recorrido de otra personas es distinto al de nosotros, es más, ninguno de nuestros propios caminos y recorridos son iguales entre sí, porque sí, a lo largo de nuestra vida pasamos por muchos proceso de cura aunque no nos demos cuenta, por eso es muy importante ser conscientes y responsables de esto, para que las comparaciones no nos ganen y nos obliguemos a sanar igual que los demás.
Esto es importante para que no dejarnos llevar por las frases “pero si yo a tu edad ya había hecho tal o cual cosa”, “si yo pude salir de esto rápido, tu también puedes hacerlo igual”, “yo en tu lugar haría tal o cual cosa”, “a mi me funciona esto y tú deberías de hacerlo también”, sé que son frases con muy buenas intenciones pero, como te repito, en momentos de mucho dolor, sufrimiento y vulnerabilidad lejos de ayudar sólo hacen hundirse más y sentir que ni para eso se puede ser buenos, para sanar, pero ¿quién lo es?

Entonces, ¿como sanar?
Te quiero compartir unos puntos que me parecen muy importantes si tienes toda la intención u necesidad de iniciar tu proceso de cura.
Comparación
¡Lo más importante! Aunque te diga que lo evites, sé que no es tan fácil, por lo que te voy a pedir que te observes y caches cuando lo estes haciendo y logres parar, darte un respiro y recordarte que este un proceso sólo tuyo y por lo tanto muy único. Sí, puede que existan muchas similitudes entre tu historia y la de tu amig@, mamá, papá, pareja o cualquier persona que te está dando apoyo, pero jamás podrá ser vivida de la misma forma, y ellos no tienen los mismos recursos emocionales que tu puedes tener.
El dolor
¡Inevitable! Comprender que el proceso tiene que doler, no por que se quiera o no, porque así es y no podemos cambiar el factor de la realidad en que las malas experiencias duelen, recordarlas genera malestar y el trabajo de darle otro significado en nuestras vidas es muy incómodo.
El tiempo
¡Va a pasar! El tiempo es un factor estrella en la cura, no porque el tiempo cure las heridas mágicamente, como se dice normalmente, sino que el tiempo combinado con el trabajo constante, voluntad y acompañamiento, es una excelente mezcla para lograr reducir el malestar y mejorar tu calidad de vida.
Deseo que estos pequeños puntos te ayuden a aclarar más lo que se dice de la cura, que tengas un panorama más real de lo que implica sanar y re-significar muchas situaciones dolorosas en tu vida, y que el cambio siempre implica resistencias, defensas, malestar y duda, es natural no hay nada de que preocuparse si te acompañas de un profesional durante tu proceso.
Nos leemos pronto.
GRECIA
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