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Distancia de los padres ¿abandono o independencia?

Para un hijo, la separación de los padres en la vida adulta supone madurez, parte del crecimiento y desarrollo del ser humano a nivel físico, emocional y mental, pero ¿por qué algo que “tendría” que ser básico, como dejar el pañal en aquellos primeros años, se convierte en todo un tema lleno de conflictos, malestares y síntomas?



La respuesta, como te puedes imaginar si me lees desde hace tiempo, no es única, existen muchas formas y maneras de responder a la anterior pregunta, y los factores a tomar en cuenta al momento de elaborar tu respuesta, porque sí, tiene que ser TU respuesta y la de nadie más. Recuerda que la pregunta será la misma en todas las personas pero la respuesta siempre será única, no la tienes que construir en soledad, un acompañamiento terapéutico podrá ser de gran ayuda.


Ahora sí, intentaré dejarte algunos puntos importantes y claves que se basan en la teoría y otros más basados en mi experiencia clínica.


En muchas ocasiones es fácil, muy fácil confundir la separación de los hijxs de los padres con la idea y sensación de abandono. Las ideas, creencias y sensaciones de “malagradecidos” se hace presente al momento de tomar distancia de la vida los padres y madres que están presentes en la vida de los nuevos adultos. Esta sensación no aparece de la nada, hay toda una cultura, sociedad y educación que se encarga de dictar cómo “debería” de ser la relación y convivencia de los hijxs con sus padres en la vida adulta, en algunos casos la instrucción será que los hijxs son los encargados de cubrir todas las necesidades de sus madres y padres, otras instrucciones dirán que solamente se visitan los domingos, algunos otras dictarán que la separación deberá ser total al grado de no saber de ellos ni por mensaje.


Te invito a cuestionarte cuáles son las tuyas y de donde vienen, podría ser éste el primer gran paso.

Es verdad que el agradecimiento hacia la labor de las madres y padres es básico y también necesario, pero también es indispensable definir lo que este concepto de agradecimiento abarca así como las formas de expresarlo y vivirlo en la vida diaria; es importante saber que el agradecimiento se ve de muchas maneras pero el punto central es que el ser agradecidos no tendría que suponer la detención y secuestro de las acciones y decisiones que promuevan nuestro crecimiento y desarrollo en la vida.



Es decir, la separación e independencia pueden ser motivadas por el agradecimiento, los límites que se establecen en la relación con los padres de la vida adulta son básicos y conviven en armonía con el agradecimiento, es clave comprender este punto ya que es peligroso asumir que ser agradecidos con nuestros padres supone estar totalmente disponibles 24/7 para entender sus necesidades dejando a un lado las nuestras cayendo en negligencias hacia uno mismo.


Las sensaciones de culpa, vergüenza, malagradecidos, malos hijxs, etc., son los principales motores que nos pueden dejar atorados en la peligrosa trampa de querer ser los “hijxs perfectos, buenos y agradecidxs” que uno asume que sus padres añoran y desean, y estas ideas y creencias que construyen de muchas maneras con pedazos de diversos momentos de nuestra historia así como de todo el contexto en el que nos desarrollamos desde que nacemos hasta el momento actual de nuestras vidas tomando en cuenta todo el mundo inconsciente que se arraiga en nuestro ser.


Te suelto algunas preguntas ¿qué pasaría si no fueras/hicieras eso que tienes que ser/hacer? ¿de dónde sacaste que uno hijx agradecidx se ve de tal o cual manera? ¿las decisiones que tomas para ser un “buen” hijx, apoyan tu crecimiento y desarrollo en la vida? ¿estableces límites claros en la relación que tienes con tu mamá/papá?

Si te invade la sensación y el pensamiento de que estás abandonando a tus padre/madre por querer tomar decisiones que impliquen una separación física (mudanza), económica, social, cultural y laboral, realmente te invito a cuestionarte que tanto puedes estar atoradx en la trampa de querer ser y hacer los deseos de tus padres, qué tanto aún sigues buscando esa aprobación de la infancia de ser el hijx buenx que está para hacer feliz a sus padres, o el hijx que es el único capacitado para cuidarles de que nada les pase… cualquiera que sea el pensamiento, te advierto que puedes estar atrapado en algo que asegura consecuencias muy serias en tu vida.



Acomodarnos en el nuestro nuevo papel de adultxs y por lo tanto saber que nuestros padres y madres ya no pueden ser lxs mismxs ni ocupar o asumir las mismas acciones y roles en nuestras vidas parece tarea compleja y complicada de llevar cuando aún en nosotros mismo siguen existiendo las sensaciones infantiles que nos llevan a creer fuertemente que recibiremos un castigo por desobedecer los mandatos y peticiones de nuestros padres y madres; ya no estamos en ese momento de la vida infantil, y las consecuencias que antes implicaban pérdida de privilegias como ver la televisión o salir a jugar con los amigos, en la vida adulta esos castigos implicarían castigos como no poder llevar una vida en pareja plena, decisiones erráticas en nuestra vida laboral y hasta un impacto negativo en nuestras finanzas sólo mencionar algunos ejemplos de las consecuencias la imposibilidad de lograr autonomía e independencia de los padres y madres.


Los acuerdos de convivencia son necesarios para madurar las relaciones hijxs-madres/padres, parte de tu responsabilidad, obligación y derecho para contigo mismx, en encontrar las maneras de seguir creciendo y acomodarte en tu nueva etapa de vida.


Deseo que estas reflexiones puedan ayudarte a aclarar las grandes diferencias entre separación y abandono, y así tomar acciones que te beneficien.




Con cariño,

Grecia.


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