“Así soy y ni modo…” es la frase que escuchamos en todxs aquellxs adultxs que se niegan rotundamente a escuchar lo incómodo que hay en ellxs y que los demás tienen, o tenemos que soportar y resolver por ellos. Así de fuerte y así de contundente puede ser la verdad que esconde esta sencilla pero agresiva frase. Eso intolerable en nosotrxs parecen ser partes atoradas en nuestro desarrollo, detenidas por el tiempo, por el trauma, porque en algún momento fueron defensa de algo peor a nuestro alrededor pero que ahora son disfuncionales y molestas para nuestro alrededor.
Espero no me mal entiendas porque la realidad es que que todxs cargamos con esa parte que parece intolerable para el otro y que nos oponemos, resistimos y negamos a transformar; las razones para mantener esa rígida postura de afrontamiento son múltiples pero de lo que estoy segura es que son dolorosas, vergonzosas y culposas ya sea a nivel consciente o inconsciente, siendo estas mismas sensaciones las que impiden que esas partes sean analizadas, afrontadas y transformadas.
Navegar con la bandera de “así soy.. y ni modo” es violento para las personas que nos rodean, los obligamos a resolver todo eso que no podemos transitar, les gritamos que se hagan cargo de toda la carga que habita en nuestro ser.
Comencemos a aprender a escuchar a nuestro alrededor, pero a escuchar de verdad y comprender que los comentarios y actitudes que los demás tienen en la interacción nosotros no solamente tiene que ver con ellos, que nosotros también influimos en sus percepciones y ahí podemos encontrar pequeñas partes que dan pista de lo que nos aqueja.
Observa bien la calidad del vínculo que construyes con tus personas significativas, pon atención a los sobrenombres que has llevado a lo largo de tu vida, a las bromas y chistes que sueles hacer, a las criticas que lanzas, a la forma en la que manejas los conflictos, todo puede ser una oportunidad para describir y transformar todo aquello insoportable en nosotros mismos y poco a poco ir derribando el “así soy y ni modo”; probablemente no seas así y te estés privando de otra manera de disfrutarte.
Con cariño,
Grecia.
Commentaires